El día 12 de mayo, las hermanas, las/los niñas/os y las/los educadoras/es, celebramos el Día de la Madre Tierra, en el porche de nuestra casa. Ha sido una celebración muy sencilla, pero de la que todas y todos hemos disfrutado y aprendido muchísimo.
En primer lugar, Conchi, nuestra coordinadora, ha dirigido un momento de reflexión y oración, en la que hemos rezado por la paz tan necesaria en nuestro mundo, especialmente en Ucrania, pero también por la paz en nuestros corazones. Somos conscientes de que en muchas partes de nuestro mundo hay conflictos bélicos o violentos, que afectan a todas las criaturas, contaminan el aire, la tierra, etc. Pero sobre todo sufrimos los hombres, que somos parte de la creación. De manera más cerca lo sufren los países en guerra, los refugiados de estos países, otros millones de hombres sufren y mueren de hambre, consecuencia de estas guerras al no llegarles ya la alimentación necesaria. Durante la oración íbamos pronunciando en voz alta los nombres de los países que actualmente sufren la guerra para darnos cuenta de esta realidad tan dolorosa. Para finalizar este rato de oración, tomándonos de las manos y poniendo en las manos de Dios todas estas peticiones por la paz, hemos rezado la oración que el mismo Jesús nos enseñó, el Padre Nuestro.
En el mundo actual, es de vital importancia que todas las personas aportemos nuestro granito de arena para cuidar el medio ambiente. Parece algo muy complicado de hacer, pero, estamos seguras/os de que si todas/os ponemos de nuestra parte, por pequeña que sea la contribución, podremos hacer una gran diferencia. Por eso a continuación, nos dividimos en tres grupos para poder abordar el tema del cuidado de la tierra que tenemos entre nuestras manos. Las/los medianas/os han elaborado un decálogo (10 gestos sencillos del cuidado de nuestro planeta que podemos aplicar en nuestro Hogar). El grupo de las/los más pequeñas/as han realizado unos dibujos que muestran las acciones concretas que podemos llevar a cabo en nuestra casa.